jueves, 11 de junio de 2015

Prueba random

Silencio... no veo nada, no escucho nada, no siento nada...
¿Será que está el cuarto muy oscuro? No se si estoy en un cuarto, por lo menos debería sentir el suelo bajo mi cuerpo, pero ahora no sé si tengo un cuerpo inclusive.
¿Estaré solo aquí? ¿Debería gritar por ayuda? Hago como si dijera una palabra, pero no escucho nada, ni sé si quiera si he abierto la boca.
Supongo, que esto es el fin, de seguro ya no existo en este mundo, quizá esta sólo mi conciencia mientras seres, reales o no, están decidiendo mi destino inmortal. No puedo si quiera recordar mi nombre, ni cómo era, ni si quiera como llegué aqui.

-Estás por fin conciente, me parece.

Escucho una voz aparte de la mía. Sonaba cansada, no podía distinguir si era una voz de hombre o de mujer, después de sus palabras le acompaban ecos entre graves y agudos, aún si fueran mil ecos, se podía entender perfectamente. Formulé la pregunta más obvia:

-¿Dónde estoy?
-No lo sé, quizás en tu cuarto con las luces apagadas, arropado hasta el cuello sin poder sentir; tal vez en un cuarto de hospital, serías un paciente que no puede oír, ni hablar, ni ver. O quizás...
-O quizás este muerto... ¿cierto?
-No pareces muy consternado con la noticia.
-Entonces sí morí.
-No lo sé, ¿quieres estar muerto?
-No parece que sepas nada
-Palabras duras para alguien que no conoces
-No puedo ni verte, no tengo idea si de verdad eres alguien más o si en mi lucha por no perder la cordura estoy hablando conmigo mismo.

La voz se quedó en silencio por un momento, supongo que acerté, que era una creación mía y, como supe su propósito, inconscientemente dejó de existir y me quedé solo, de nuevo.
Pero entonces por fin sentí algo, mis manos, las sentía, más no podía verlas.

-Sé algunas cosas, como te habrás dado cuenta ahora. ¿Emocionante, no? volver a sentir de nuevo.

La voz se escuchó de nuevo mientras no perdía el tiempo de tocar mi cuerpo, saber si estaba entero.

-Bien, supongo que no me había vuelto loco, pero sigues sin decirme quién eres, o mi condición.
-No recuerdo que me hallas preguntado por mi nombre.
-Entonces lo preguntaré ahora, ¿quién eres?
-No importa quién soy, o ya no importará, el tiempo es mi enemigo, enemigo que está ganando sobre mi existencia.
-No te entiendo.
-No esperaba que lo hicieras.
-Palabras duras para alguien que no conoces.
La voz lanzó una carcajada.
-Muy bien, muy bien, parece que me la regresaste, así que si fueras tan amable de decirme tu nombre te daré lo que por ahora es el mío.

Mi nombre, ahora lo recuerdo, cómo nací, de donde soy, por qué estoy aquí, quien soy.

-Mi nombre... mi nombre es...

3 comentarios:

  1. AHHHH!!!, por eso odio este tipo de historias, ahora me quede con el montón de dudas y ninguna repuesta posible, pues sé que no las hay :/

    ResponderEliminar
  2. vaaaamooss!!! no sea malote!! ahora que te voy a empezar a seguir :P
    P.D: Muy buenas tus historias (Y)

    ResponderEliminar